jueves, 15 de noviembre de 2012

ARREPENTIMIENTO

  ARREPENTIMIENTO


      En la sociedad en que vivimos hay quien aún no ha descubierto qué es el arrepentimiento, a pesar de las mentiras, de las verdades escondidas y no dichas, de la desfachatez del insulto implícito. Bueno, pues yo me arrepiento. Me arrepiento de no haber tenido más atrevimiento, me arrepiento de no tener más valor, me arrepiento, sí, de no haberme ido de este país cuando tuve la oportunidad.
           Emigrar, palabra con matices que nos llevan implícitamente al dolor. Emigrar a un lugar donde valoren tu trabajo y tu dedicación, no los contactos que llevaron a un puesto de trabajo a quien no lo merecía y quien, con ello, pisaba los derechos y esfuerzos de otro . Un lugar donde trabajar sea realizar una labor para la que estás capacitado y formado y que nadie te quitará sin unos requisitos de formación y productividad peores que los tuyos, en difinitiva, un país libre y justo.
     ¿Cuál es? Difícil respuesta, pero me inclinaría por una ciudad, Nueva York, una ciudad que te da y te quita en igual medida, pero en la que si estás dispuesto a trabajar, está dispuesta a darte la oportunidad. Dicho así, parece la quimera de una cabeza loca, pero al estar allí comprendes que es verdad, no es un sueño, si estás a la altura, lo conseguirás, It´s up to you, que decía Franky.              
      Desgraciadamente el tiempo pasa y uno debe rendirse a la realidad. No me voy a ir a Nueva York, de momento, pero lo que no haré más será luchar por mejorar un país que no lo merece, un país que se ríe del esfuerzo de sus ciudadanos, un país dispuesto a dejar caer la autoestima y las ganas de vivir de quien no ha tenido la fortuna, o desfachatez, de ser un emprendedor y llevar por bandera la corrupción. El recorte en cultura y educación es una más de las razones para huir. Sí huir de la mano que mece la cuna, de aquellos que no permiten siquiera la evasión que la literatura, el cine, el arte en general puede hacernos más llevadera la vida que nos tocó. Tengamos en cuenta que no todo es recorte, la censura de quienes no están dipuestos a apostar por una literatura, cine...incluyo la prensa... de calidad, aquellos dispuestos solo a publicar a quien ya sea conocido en el mundillo de la televisión, para tener el marketing hecho, a costa de la calidad de contenido y forma, son los peores enemigos de la cultura.