jueves, 15 de agosto de 2013

UN POCO DE LITERATURA

En lo que va de verano he leído dos libros y medio, que para mí es poco, pero las vacaciones a veces no dejan mucho tiempo libre...
Ruido de fondo de Don DeLillo, es un libro entretenido, un tanto surrealista en la trama, aparentemente, que hace una análisis de los miedos del ser humano y por encima de todos el miedo a la muerte. Bien escrito, con una redacción  cuidada y fluida que no distrae de la lectura, puedo decir que es un libro que recomendaría, así que debo agradecerle a Eduardo que me lo prestara, hacía tiempo que tenía gana de leer a este autor y tras su lectura diré que no me ha decepcionado, tal vez... sorprendido sería el adjetivo más justo, me ha recordado a Crónicas marcianas de Ray Bradbury, tal vez por la originalidad de la trama, aunque viendo las noticias hace unos días puede que ninguno sea tan descabellado en sus planteamientos. Sigo pensando que la literatura norteamericana es una apuesta segura, al menos para mí.
El otro libro es La verdad sobre el caso Harry Quebert de Jöel Dicker, me tiene en ascuas. Lo he leído y sigo sin saber cuál ha sido la razón de su éxito. Para ser justos, no pretendo criticar a los que han visto en este libro tantas bonanzas, diré que leí el libro en su versión en español y en e-book, la traducción es penosa, en numerosas ocasiones tuve que detenerme en un párrafo para intentar averiguar cómo decir algo en castellano correspondiente a la parrafada sin sentido que había sido traducida. Había leído que el libro era fresco y tenía valor literario pues los diálogos estaban muy logrados... no sé en francés, lengua original del libro, pero en español son ñoños, cursis y poco creíbles y menos si quienes dialogan son dos autores literarios, uno de ellos, para más inri, profesor de literatura. Tal vez sea la traducción, pero de no ser así recomiendo la lectura de Un día perfecto para el pez banana de J. D. Salinger, este sí que es un ejemplo de maestría en el diálogo.
En cualquier caso falla como novela policiaca. No soy adicta al género pero sí he leído algunas novelas de Agatha Christie, y esta afamada novela policiaca, a pesar de sus 699 páginas, no supo esconder al autor de los hechos. Desde la primera vez que se exponen los hechos que llevan a la desaparición de la niña, supe quién los había perpetrado. Por lo demás, el hecho de haber narrado la novela dos veces, razón de la extensión, da lugar a que lo que se pretenda esconder quede a la luz. Para usar un doble o incluso triple narrador no hace falta repetirse, que es lo que hace Dicker y eso resulta pesado. Vanessa Montfort en su novela Mitología de Nueva York utiliza un doble narrador para dar a conocer la trama, en ningún momento sabes quién será el culpable y las aportaciones de ambos narradores están justificadas no solo repetidos los datos.
En fin, me gustaría saber si alguien que la haya leído en su versión original aprecia los mismos fallos que he visto yo, y eso que empecé a leerla con ganas e ilusión, tal vez con otra opinión sea capaz de entender qué la ha llevado al éxito.
El medio libro es Pastoral americana de Philip Roth, solo diré que me está encantando.

1 comentario:

Eduardo dijo...

Me encanta Philip Roth. Es uno de mis escritores favoritos. Aunque la última novela que leí suya me pareció pesadísima. Y también le eché la culpa a la traducción:

http://esuomi.blogspot.com.es/2012/02/traducciones.html

Tengo un ejemplar de Pastoral americana. Aún no le he hincado el diente. Lo compré hace ocho años, un día de junio que fui con tu hermana a Madrid a ver algunas exposiciones de PhotoEspaña, cuando todavía no éramos más que amigos y compañeros de trabajo.