martes, 2 de agosto de 2011

Lecturas de verano

Ayer acábé el libro de Vargas Llosa EL sueño del celta. Ya llevaba un par de días viendo en el telediario las propuestas que se plantea Humala ahora que tomaba posesión de su cargo de Presidente del Perú y, sinceramente, debería haber leído el libro de su compatriota. Vargas Llosa hace una novelización de la vida y obra de Roger Casement, un hombre controvertido que participó activamente en la denuncia de las atrocidades cometidas en el Congo, colonia belga, con motivo de la extracción del caucho y después en la Amazonía, más concretamente en el Putumayo. El entonces gobierno peruano poco podía hacer contra los grandes imperios mercantiles, que cometían las atrocidades, y supongo que el actual presidente lo tendrá complicado, a juzgar por las declaraciones en las que le advertían que tuviera cuidado con no arruinar la minería. ¿Pero qué temen que se acaben las extracciones o que las condiciones laborales más justas para quienes trabajan en la minería arruinen sus pingües beneficios?
El libro no es solo eso, además hace un repaso del intento de Independencia de Irlanda coincidiendo con la Primera Guerra Mundial.
Cuando me lo regalaron mis padres, allá por navidad, pensé que no me iba a gustar, me encanta Vargas Llosa pero sabía que denunciaba la crueldad humana en la época colonial. Ahora que lo he acabado, tengo que decir que me ha gustado no solo por la narración del autor que siempre es estimulante, sobre todo por hacerme reflexionar, aunque ver que el mundo apenas ha cambiado no sé si me frustra más que me da esperanzas de pensar que seamos capaces de mejorar.
En fin, una lectura recomendable.

2 comentarios:

Eduardo dijo...

Hace años leí El fantasma del rey Leopoldo de Adam Hochschild. También fue una lectura de verano. Me encantó. Hay una entrada en la wikipedia él:

http://es.wikipedia.org/wiki/El_fantasma_del_rey_Leopoldo

El prólogo del ejemplar que tengo está escrito por Vargas Llosa. Supongo que a partir de ese libro se empezó a interesar por la figura de Roger Casement.

Galatea dijo...

Vaya no lo sabía pero supongo que sí que ahí se gestó, aunque siendo peruano y conociendo su historia tal vez fue el empujón que lo embarco en la aventura de investigar primero y novelar después.
Siempre despiertas mi curiosidad con tus lecturas, gracias.